Me despierto hoy con un artículo en linkedin titulado "
¿Y si pongo una baterías Tesla en casa?", y me lanzo a leerlo con gran interés a raíz de los comentarios sobre la prohibición realizada por el gobierno central sobre este producto.
Empieza el susodicho artículo alabando a la empresa californiana Tesla (fabricante de vehículos eléctricos de lujo) por su invento
Tesla Powerwall. En resumidas cuentas, este invento consiste en unas baterías de Litio con 10 años de garantía por el módico precio de 3.000$ para el paquete de 7 kWh y de 3.500$ para el paquete de 10 kWh.
El problema viene cuando lees que en este precio no está incluido el coste de instalación (alguna modificación hay que hacer en la instalación eléctrica de casa para derivar la acometida hacia dicho sistema e incluir un by-pass por si nos falla el sistema de almacenamiento).
Otro punto negativo para el cálculo del coste total del sistema y su comparativa es que, el necesario
inversor para pasar de continua (tipo de corriente en el que se almacena la energía) a corriente alterna (con el que funcionan todos los electrodomésticos de casa) tampoco está incluido en el precio. Y por mi experiencia en el tema puedo decir que tampoco será barato un inversor (de 1.500 € hacia arriba para una potencia de 3.000 W).
Para terminar el análisis preliminar de costes, tampoco está incluido el precio de los paneles fotovoltaicos que nos permitirían eliminar la dependencia de la red eléctrica, pero bueno, este punto podría ser secundario si nuestra idea es cargar baterías de noche para utilizar la energía de día (previa contratación de una tarifa con discriminación horaria, que nos favorezca el consumo nocturno frente al diurno).
Pero en este caso seguiremos pagando la energía consumida por nuestros electrodomésticos más las pérdidas correspondientes en todo el proceso de conversión CA-CC, CC-CA y almacenamiento en las baterías.
En el mismo artículo, el redactor recurre a unos datos facilitados por el IDAE (Instituto de Diversificación y Ahorro Energético) para analizar los hábitos de consumos eléctricos del hogar medio español. Según esa información, un hogar español consume unos 9.922 kWh anuales (27 kWh diarios), lo que pasado a euros (con una tarifa media) suponen 990 € anuales según el mismo artículo.
Teniendo en cuenta esto, haría falta 3 módulos de 10 kWh para asegurar que no nos quedamos a oscuras, lo que supone un coste superior a 10.500 $ (según el tipo de cambio esto serán unos 9.000 €), a lo que habrá que sumarle el inversor y la energía necesaria para cargar las baterías cada noche (que obviamente se le comprará a nuestra distribuidora / comercializadora de la zona).
En total, el importe pagado durante los 10 años de garantía de las baterías (recuerden que les pasa a las baterías de sus teléfonos móviles o de sus ordenadores portátiles cuando pasan del segundo año de vida, imaginen estas baterías tras 10 años de operación) más las modificaciones y coste de la energía (suponiendo que la tarifa nocturna suponga un 50% del coste de la tarifa normal, es decir 495 € anuales y sin subidas, lo que sería el mundo de los sueños).
Precio: 9.000 € + 2.000 € (modificaciones e inversor) + 4.950 € (energía eléctrica en tarifa nocturna) = 15.950 € / 10 años = 1.595 € anuales, lo que comparado con los 990 € anuales de electricidad pagada a la eléctrica de zona creo que no arroja cifras interesantes.
La otra opción, la de ahorrarse los casi 5.000 € de coste de la electricidad mediante la instalación de paneles FV, implicaría la instalación de más de 23 paneles de 180 W (módulo al que hace referencia el artículo, cuyo precio asciende a 200 € la unidad y sin el precio de la instalación auxiliar y montaje). Para el cálculo del número de módulos hemos tenido en cuenta que en invierno, en en sur de España tenemos unas 7 horas de producción real (sin contar con días nublados, cosa que también hay que considerar en una instalación FV aislada), lo que arrojó los 23 módulos anteriormente indicados (siendo muy optimistas en el cálculo, os lo puedo asegurar, ya que no aplicamos factores de corrección por sombras, por desviación en la orientación, por temperatura,...).
Si le ponemos un 10% de costes adicionales, nos iríamos a 5.000 € (en este caso, la vida útil se puede elevar a 25 años), con un coste de 200€ anuales.
La trampa en este caso está en que 23 módulos FV suponen una superficie con buena orientación y sin sombras de más de 30 m2, cosa no disponible en todas las viviendas.
En este caso las cuentas serían:
Precio: 9.000 € + 2.000 € (modificaciones e inversor) + 2.000 € (amortización instalación FV durante 10 años) = 13.000 € / 10 años = 1.300 € anuales, lo que comparado con los 990 € anuales de electricidad sigue siendo superior.
Los que me seguís en el blog y los que me conocéis en persona, sabéis que soy un fiel defensor de las energías renovables y de la eficiencia energética, pero no creo que mediante la creación de un mito y de falsas esperanzas se le esté haciendo un favor a estas.
Independientemente de que el
gobierno penalice o no estas soluciones (yo no he logrado dar aún con el punto donde habla de penalizar este sistema), comparado con el precio actual no son más interesantes o ecológicas que la conexión a la red.
Tal vez lo que sí ayudaría a rebajar el precio de la energía y mejoraría sustancialmente la eficiencia de nuestro sistema eléctrico sería fomentar la instalación de almacenamiento doméstico incrementando la demanda en horas valle (00:00 a 7:00) y rebajando esta en horas pico (11:00 a 15:00), permitiendo un aplanamiento de la
curva de demanda, lo que permitiría reducir la potencia de generación en posición de espera.
No olvidemos que hoy en día, España, tiene un parque de generación que supera los 120 GW cuando la mayor demanda había en nuestro país no ha superado los 45 GW. ¿acaso creéis que esos 75 GW de generación que están parados por falta de demanda sencillamente no cobran dinero?, como los gobiernos anteriores le dieron capacidad de generación ahora nos toca pagarles un lucro cesante, y es ahí donde nuestro sistema se encarece de manera brutal.
Pensad que 3 de cada 4 centrales eléctricas están paradas en espera de un pico de demanda que nunca llega.
Sin duda alguna, el almacenamiento eléctrico doméstico ayudaría a mejorar la gestión de la red y con ello a un aprovechamiento de las energías renovables, gracias a la posibilidad técnica de dar orden de carga a esos sistemas de almacenamiento cuando el viento sople con fuerza, o cuando la lluvia obligue a soltar agua en nuestros embalses. Esas dos energías renovables si que harían bajar con fuerza el precio medio del kWh y nos colocarían en una posición de ventaja frente a otros países.
Y volviendo a Tesla, no han descubierto nada nuevo, solo le han puesto una carcasa moderna a un paquete de baterías de litio y unas letras en su frontal. No se dejen engañar...