Seguro que en alguna ocasión habréis pasado por la nacional antigua camino de Alcolea y os llamó la atención la cantidad de líneas eléctricas que entran y salen de la subestación de La Lancha.
Resulta que esa instalación eléctrica es el punto neurálgico de la red eléctrica de Córdoba y una de las importantes de Andalucía, pues por ella pasan líneas de transporte que recorren el cauce del Guadalquivir desde la subestación Guadame (en la localidad jiennense de Marmolejo) hasta la ubicada en la Isla de La Cartuja en Sevilla.
Aunque para la mayoría, todos los postes sean iguales, para quienes trabajamos (o aspiramos a hacerlo) en el sector de la energía eléctrica, diferenciamos 2 tipos de lineas eléctricas:
Las de transporte, encargadas de llevar la energía desde los puntos de generación (centrales eólicas, centrales térmicas, nucleares, hidroeléctricas y demás) hasta las zonas de consumo.
Y las de distribución, que reparten la energía eléctrica por los distintos barrios y pueblos de la provincia.
En el caso de las primeras, estas tienen un voltaje o tensión de 132, 220 y 400 kV (kilovoltios) (en paises muy grandes como Rusia, llegamos a encontrar líneas que operan a 800 kV).
Si recordais las clases de física del colegio, la relación entre tensión e intensidad era: V=R/I
Pues para evitar que las pérdidas por resistencia sean elevadas en el transporte de mucha energía, se eleva la tensión hasta cientos de miles de voltios para así reducir al máximo la intensidad.
Estas suelen tener varios cientos de kilómetros y en su mayoría suelen ser propiedad de la empresa REE (Red Eléctrica Española)
Y en el caso de la distribución, estas son de 66 kV o 20 kV en los tramos urbanos subterráneos que llegan hasta los centros de transformación de cada manzana o urbanización y estas son propiedad de las distribuidoras (ENDESA en nuestro caso)
Córdoba cuenta con un anillo doble formado por 2 líneas de 66 kV que, saliendo de La Lancha, conectan con la subestación de Casillas (que actua como 2º punto de referencia, por si La Lancha sufriera problemas) tanto por el norte de la ciudad (la línea entra por Cepansa y pasa junto a los cines de El Tablero) como por el sur (paralela a la Ronda Sur y cruzando La Torrecilla).
Como esta línea funciona a 66 kV, se hace necesario reducir su tensión hasta los 20 kV que entran bajo el suelo de la ciudad para alimentar los CT (centros de transformación típicos que vemos en todas las calles, o que no vemos porque están bajo tierra como en Las Tendillas o en Mercamueble). Para reducir este voltaje, Córdoba cuenta con una red de subestaciones más pequeñas que llevan a cabo esta labor y que se distribuyen por diferentes barrios (Cruz de Juarez, Gran Capitán, Electromecánicas, Fuensanta, Torrecilla,...).
Con el crecimiento de la ciudad hacia poniente, se hizo necesario un estudio exhaustivo sobre que solución debía tomarse con vista a asegurar el suministro eléctrico para esos nuevos barrios y polígonos industriales.
Tened en cuenta que las subestaciones con sus transformadores deben funcionar con un margen de seguridad que permita a estas máquinas cuasiperfectas (lo digo por su elevadísimo rendimiento que ronda el 98%) soportar momentos puntuales de gran demanda (días de mucho frío o de mucho calor), por ello se hace necesario que se programe la ampliación de estas instalaciones con anterioridad a la puesta en carga de los nuevos barrios.
Así pues, la gerencia de urbanismo en colaboración con ENDESA tomó la determinación de apostar por la ampliación de Casillas y la construcción de varias subestaciones reductoras más que asegurasen el suministro a todas las nuevas urbanizaciones cordobesas.
Ese refuerzo de Casillas se ve reflejado también en las líneas de transporte que llegan hasta esta subestación.
Imaginad que la línea de 220kV es como una autopista de 3 carriles por calzada y la de 132kV una autovía. Pues la energía eléctrica llega a nuestra ciudad por esa gran autopista que es la línea La Lancha - Guadame de 220 kV y la cual también pasa por Casillas para asegurar el suministro a este punto. Luego hay una de 132kV que nos trae la energía de la Central Térmica de Puente Nuevo hasta La Lancha y Villarrubia, las cuales se unen por el sur de la ciudad haciendo una parada en el polígono metalúrgico (electromecánicas) y otra procedente del sur de Córdoba (Lucena y Cabra) que nos trae energía tanto del embalse del Iznajar como de El Chorro.
Resulta llamativo que Lucena y Cabra estén alimentadas con una linea de 400 kV que une Guadame con El Chorro, pero hay que tener en cuenta que, a mayor demanda, más energía hay que transportar y por ello se eleva más la tensión. Que tengamos cerca Puente Nuevo ayuda a reducir nuestra dependencia energética exterior, pero sin duda el paso hacia mejor lo daremos cuando tengamos funcionando las 2 centrales termosolares previstas para Palma del Río.
La independencia energética es algo que estamos muy próximos a conseguir gracias a las centrales hidroeléctricas que hay en todo el cauce del Guadalquivir y a la central de Iznajar, también gracias a los muchos MW (megavatios) fotovoltaicos instalados y a las centrales de biomasa. Aunque es justo reconocer que sin la central de Puente Nuevo, Córdoba tendría un balance energético bastante negativo.
Esperemos que Córdoba se convierta en la central eléctrica de Andalucía y que sepamos rentabilizar esta situación con fábricas y empresas relacionadas con este sector que genera empleo de calidad y en cantidad.
Os dejo un plano de la distribución de las líneas por la ciudad de Córdoba. Espero que os guste.
Si queréis más información sobre las líneas eléctricas en nuestra provincia, echad un vistazo a los siguientes documentos PDF
Córdoba Norte
Córdoba Centro y Sur
Introducción
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Habitainer es un proyecto que concibe el habitar como una actividad que se
desarrolla en un lugar determinado durante un tiempo limitado, y plantea su
ej...
Hace 6 meses
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