Pensar que como agradecimiento a actuaciones como esta, la comunidad mundial solo sabe mirar hacia otro lado cuando las empresas balleneras realizan masacres por los diferentes rincones del planeta.
En ocasiones uno se avergüenza de ser humano.
Salvada por una ballena beluga
El cetáceo empuja a la superficie a una submarinista que sufría calambres en las piernas. Yang Yun pensaba que estaba al borde de la muerte cuando sus piernas se paralizaron mientras participaba en una competición de submarinismo libre al noreste de China.Sus piernas no le respondían debido a las bajas temperaturas del ártico. Pero entonces apareció Mila para ayudarla a llegar a la superficie. El matiz que marca la diferencia en esta historia es que Mila no es una persona, sino una ballena beluga, según informa el diario británico Telegraph.
El campeonato en el que participaba Yang Yun se celebraba en un aquarium y eso fue lo que le salvó la vida. "Empecé a hundirme. Estaba muerta. Entonces, sentí esa increíble fuerza debajo de mí conduciéndome hasta la superficie", ha explicado la submarinista. "Mila notó las dificultades y usando su nariz como la de un delfín guió a Yun hasta la superficie", ha comentado un organizador de la prueba.
"De repente vimos a la chica empujada hasta arriba de la piscina con sus piernas en la boca de Mila. Es un animal sensitivo que trabaja cerca de humanos y pienso que esa chica le debe la vida", ha añadido una de las personas encargadas de la competición.
Las inteligentes belugas fueron las primeras ballenas en interactuar con el hombre y tienen músculos faciales que les permiten sonreír. Las belugas como Mila pasan gran parte de su tiempo en la superficie o en aguas poco profundas y son animales muy sociables que mediante el sonido están en contacto con los demás miembros de su especie. Este tipo de ballenas se concentra en las costas de Alaska, Canadá, Groenlandia y Rusia y se alimenta principalmente de crustáceos y peces.
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