Desde la antigüedad, la gente ha utilizado gruesos muros de piedra o adobe para captar el calor del sol durante el día y liberarlo lentamente durante la noche hacia el interior de las casas. Las modernas viviendas bioclimáticas han recogido y mejorado esta vieja técnica incorporando un sistema de almacenamiento y distribución del calor que se denomina Muro Trombe.
Denominado así en honor al francés Felix Trombe, quien lo inventó a finales de la década de 1950, los muros Trombe siguen siendo una característica muy aprovechada en la arquitectura solar pasiva. Es una forma muy eficiente de aprovechar la energía térmica del sol, transformando la pared de una vivienda en un enorme calefactor natural. Sin electricidad, bombas, o ventiladores.
El resto del post es una pequeña galería fotográfica que recoge las fases de la construcción -con comentarios- de los muros Trombe de mi propia casa.
Más información sobre los Muros Trombe:
1 comentario:
Interesante el saliente sobre la fachada que impide que el sol en verano incida sobre el Muro Trombe.
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