lunes, 22 de febrero de 2010

El lenguaje terminado en A

Nueva obra de opinión de Arturo Pérez-Reverte, académico de la RAE y periodista de incuestionable importancia.

Os dejo un artículo relativo a la feminización forzada del lenguaje en base a una supuesta pariedad e igualidad entre hombres y mujeres, pero que más deberían centrarse en exigir las mismas oportunidades para todos en lugar de reclamar títulos de cargos terminados en "a".

La ventaja de vivir en España es que a veces me dan hecha esta página, o casi. Hoy se la brindo a la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres, a cuya presidenta, Rafaela Pastor, debo el asunto. Diré de paso que escribo presidenta porque está impuesto por el uso –por eso figura en los diccionarios– y también por ese agradecimiento del que antes hablaba; en realidad presidenta es a presidente lo que amanta es a amante; y que yo recuerde ahora, sólo parturienta es de verdad parturienta y no parturiente, pues las únicas que paren son las hembras, mientras que amante, contribuyente, paciente o presidente, por ejemplo, son palabras de género neutro –aquí sí es correcto decir género y no sexo, pues hablamos de palabras, no de personas–. Pero bueno. Igual todo esto es muy complicado para doña Rafaela. Así que para no darle quebraderos de cabeza, iré al grano. Y el grano es que la antedicha, en nombre de la plataforma que preside, exigió hace unos días que la Real Academia Española incluya en el diccionario las palabras miembra y jóvena, con este singular argumento de autoridad: «Si tenemos que destrozar el lenguaje para que haya espacios de igualdad, se deberá hacer». Y además, dos huevos duros.

Pero lo más bonito del aquí estoy de doña Rafaela se refiere al latín, al que acusa de originar buena parte de los males que afligen a las mujeres en España. El latín es machista y culpable, sostiene apuntando con índice acusador. El español actual viene, según ella, de una lengua forjada en una época «en que las mujeres eran tratadas como esclavas y eran los hombres los que decidían y concentraban todo el poder». Sobre el árabe –que también tuvo algo que ver en nuestra parla– doña Rafaela no se pronuncia: sería racismo intolerable en boca de una feminata andalusí. Es sólo la lengua de Virgilio y de Cicerón la que, a su juicio, «nos supone un lastre, ya que validamos nuestra sociedad mirando siempre al pasado». Lo curioso es que, a continuación, la señora –dicho sea lo de señora sin animus iniuriandi– admite que ni sabe latín ni maldita la falta que le hace. Sobre la historia de Roma, de quiénes eran esclavos y quiénes no lo eran, tampoco parece saber más que de español o de latín; pero en política, como en Internet, cualquier indocumentado afirma cualquier cosa, y no pasa nada. Es lo bueno que tienen estos ambientes promiscuos. Cuantos más somos, más nos reímos.

Lo más estupendo y moderno es la conclusión de doña Rafaela: hace falta una represión «a través de inspecciones sancionadoras» de quienes no ajusten su lenguaje a la cosa paritaria, a las leyes de igualdad estatal y andaluza, y a ese prodigio de inteligencia y finura lingüística que es el Estatuto de Andalucía. En cuyo contenido político, por cierto, no me meto; pero cuya pintoresca redacción, que incurre en los extremos más ridículos, debería avergonzar a todos los andaluces –y andaluzas– con sentido común. O sea: para que España sea menos machista, cada vez que yo me siento a teclear esta página, por ejemplo, debería tener a un inspector de lenguaje sexista sentado en la chepa, dándome sonoras collejas cada vez que escriba señora juez en vez de señora jueza –que la RAE incluya algo en el diccionario no significa que sea lo más correcto o recomendable, sino sólo que también se usa en la calle–; o me haga pagar una multa si no escribo novelas paritariamente correctas: un guapo y una guapa, un malo y una mala, un homosexual y una lesbiana, una parturienta y un parturiento.

Y sobre todo, el latín. Ahí está, sí, la fuente de todos los males, a juicio de doña Rafaela y su hueste. Tolerancia cero, oigan. Incluso menos que cero. Ni un elogio más a esa lengua que, incluso muerta, sigue haciendo tanto daño. Porque cada vez que a una mujer la despiden del trabajo en Manila por estar embarazada, la culpa es del latín. Cada vez que una mujer taxista le grita a otra conductora –lo presencié en Madrid– «¡Mujer tenías que ser!», la culpa es del latín. Cada vez que hay una ablación de clítoris en Mogadiscio, la culpa es del latín. Cada vez que un hijo de puta acosa o viola a su empleada en San Petersburgo, la culpa es del latín. Cada vez que un capullo meapilas se arrodilla ante una clínica de Londres con los brazos en cruz para protestar contra el aborto, la culpa es del latín. Cada vez que un marido llega a casa borracho, en Yakarta, y golpea a su mujer, la culpa es del latín. Cada vez que una mujer le pega una paliza en Vigo a la mujer que es su pareja, la culpa es del latín. Si los académicos no hubieran estudiado latín, la Real Academia Española estaría llena de miembras, y el diccionario lleno de jóvenas. Y a las imbéciles, con mucha propiedad, las llamaríamos imbécilas.
Arturo Pérez Reverte.

lunes, 15 de febrero de 2010

La calidad soporta mejor la crisis

Los productos de calidad soportan mejor la crisis, y prueba de ello es la situación de los jamones y paletillas comercializadas bajo el sello de la D.O. Jamón de Los Pedroches.

Ni que decir tiene que para Córdoba, los productos de nuestras denominaciones de origen (aceites, vino, jamón,...) deberían ser los primeros.

Os dejo una noticia que trata la creciente demanda y la respuesta ante la crisis de los jamones "made in Córdoba".

Permitidme, desde mi escaso pero creciente conocimiento de los productos de Los Pedroches, que os recomiende un par de productos de la zona: Jamones de la empresa Malcani y taquitos de jamón de La Finojosa. Todo un gustazo.


La DO del ibérico aumenta la venta de jamones y paletas pese a la crisis

La Denominación de Origen (DO) de Los Pedroches está alcanzando sus mejores resultados en plena crisis económica. La gestión del Consejo Regulador de esta marca y el trabajo de los ganaderos ha propiciado que se haya acabado el año con un incremento de ventas de jamones y de paletas amparadas, sobre todo concentradas en la campaña navideña. Mientras el sector atraviesa una mala situación por la caída de los precios, a los cerdos amparados bajo esta DO no le ha afectado, pues "el cliente al que va dirigido sabe apreciar los niveles de calidad" y, además, existe un ajuste entre la oferta y la demanda, según explica el secretario general del Consejo Regulador de la DO, Juan Luis Ortiz.

Pero no sólo se ha incrementado la comercialización. La evolución de la DO siempre ha sido ascendente en cuanto al número de cerdos amparados y el de industrias participantes. El marco comenzó a funcionar en 2004, año en el que sacrificaron 4.484 animales procedentes de 80 ganaderías. La trayectoria siempre ha sido al alza hasta terminar 2009 con más de 12.000 porcinos sacrificados y una participación de más de 240 ganaderías, ya que este año ha habido nuevas incorporaciones. Ahora se está desarrollando la montanera, el proceso de engorde de los animales, en el que la DO de Los Pedroches ha sellado a más de 16.000 animales. "Nos estamos afianzando en el mercado", asegura Ortiz, quien también destaca la labor de promoción que desde el Consejo están desarrollando.

El marco, por tanto, no se ha visto arrastrado por la crisis que atraviesa el sector y que viene determinada por el stockaje de ibérico de cebo, el que viene de régimen incentivo, pero que no responde a la calidad que ofrece el verdadero ibérico de bellota. Sin embargo, este sector se presta mucho al fraude, según advierte Ortiz, por lo que el marco de los Pedroches tiene entre sus garantías "que es un producto elaborado de forma artesanal, que no defrauda, y el consumidor lo sabe". La denominada ley de ibérico tiene algunas lagunas, según los productores, que no ha servido para controla el sector, ya que todavía hoy se siguen vendiendo piezas bajo la denominación de ibérico que, por su calidad, no lo son. De hecho, se están desarrollando jornadas y estrategias par informar a los productores sobre las buenas prácticas y evitar así el fraude. El futuro del cerdo ibérico pasa, además, de por el mercado nacional, por introducirse en mercados tan atractivos como China o India, que cada vez se interesan más por el consumo de estos productos.

Las perspectivas, no obstante, de la comarca del norte de la provincia pasan por mejorar este año los resultados y también de buscarse un hueco en esos mercados tan atractivos como también es América.

viernes, 5 de febrero de 2010

Sabiduría antigua

CITA DE MARCO TULIO CICERON

"El presupuesto debe equilibrarse, el Tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada, y la ayuda a otros países debe eliminarse para que Roma no vaya a la bancarrota. La gente debe aprender nuevamente a trabajar, en lugar de vivir a costa del Estado." (Año 55 a.C.)

SIN COMENTARIOS.

jueves, 4 de febrero de 2010

La responsabilidad del ayuntamiento en las cifras de paro

Córdoba es la capital andaluza con más presión fiscal para la empresa.

Los impuestos sobre la apertura de negocios y la licencia de construcción de grandes obras son los más caros de Andalucía · Los empresarios lamentan que la subida impositiva acabe con el tejido productivo.

Los impuestos son una de las vías más importantes que tienen los ayuntamientos para conseguir ingresos. Por eso, en plena crisis económica, el Consistorio cordobés -al igual que la mayoría de los gobiernos municipales- ha optado por incrementar los tributos, una medida que tiene como consecuencia que Córdoba sea una de las ciudades andaluzas con la presión fiscal más alta. La capital lidera el ranking de Andalucía en los tributos que tienen que ver directamente con la actividad empresarial de los ocho que se analizan en un estudio elaborado por la Confederación de Empresarios de Córdoba y que está patrocinado por la Cámara de Comercio. El impuesto por la apertura de un local comercial, así como el de conseguir la licencia de una obra mayor son los más caros de toda la comunidad. Ya se sabía que Córdoba era el municipio con la mayor presión de la provincia, ya que el informe incluía a todas las localidades cordobesas de más de 7.500 habitantes. En esta ocasión también se han analizado las capitales de provincia de Andalucía y el resultado ha sido muy similar.

La tasa que se tiene que pagar por la apertura de un local comercial es en Córdoba más cara que en el resto de Andalucía. En concreto, en la capital hay que pagar 2.418 euros por abrir un negocio situado en una calle de primera categoría con una superficie de 110 metros cuadrados y un valor catrastal de 10.000 euros. Esta cifra contrasta con los 156 euros que habría que pagar en Jaén, la ciudad más flexible en este impuesto. Dentro de la provincia se producen casos cuanto menos curiosos pues, por ejemplo, es más caro abrir un local en Fernán Núñez (habría que pagar 1.290 euros) que en Sevilla, donde la tasa sería de 833 euros. Iniciar una obra también supone un mayor esfuerzo en Córdoba que en el resto de Andalucía. El tributo a pagar al Ayuntamiento regido por Andrés Ocaña por una licencia para un edificio de nueva planta con un coste de 200.000 euros y que contará con ocho pisos de 120 metros cuadrados sería de 5.356 euros. En este apartado, Jaén vuelve a repetir como la que tiene un menor coste impositivo (1.400 euros).

El resto de impuestos que otorgan a Córdoba el calificativo de la más cara es el de vehículos de tracción mecánica y el del incremento del valor de los terrenos, aunque, en este último, comparte la misma cuota con Cádiz, Granada o Huelva. Lo mismo ocurre con el tributo sobre construcciones, instalaciones y obras, donde la ciudad cordobesa comparte un gravamen fijado en el 4% con capitales como Almería o Sevilla, pero siempre liderando la lista.

Aunque no ocupa el primer puesto, Córdoba también se encuentra entre los tres municipios andaluces -y el octavo de España- con un Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) más alto (entre el 1,41% y el 3,57%). En el extremos opuesto, sin embargo, está la tasa sobre bienes inmuebles (el IBI), donde la capital cordobesa es una de que las que menos presión fiscal aplica, al igual que ocurre en la tasa de recogida de basuras, donde el importe asciende a 625 euros.

Para la presidenta de la Cámara de Comercio, María Dolores Jiménez, aseguró que las empresas "no podemos soportar un incremento de la presión fiscal" y lamentó que "el tejido empresarial que tan rápidamente se ha perdido, difícilmente volverá a recuperarse". Jiménez pidió la creación de un fondo para que los negocios "puedan cobrar la deuda para que puedan seguir adelante". El presidente de CECO, Luis Carreto, mantuvo que "las poblaciones que tienen más presión fiscal son las que más caen en recursos y actividad empresarial". Carreto tildó de "lamentables" todos los informes que reflejan la realidad de Córdoba, como el último que demuestra el desfase de la provincia con la convergencia de la UE.