Economía autóctona

La verdad es que muchas veces acudimos a buscar consejo en personas de otros lugares porque solemos infravalorar a nuestros profesionales y nuestras infraestructuras (las pocas que tenemos), en definitiva infravaloramos a lo autóctono.
¿acaso un cocinero de Madrid o Barcelona tiene que ser mejor que uno de Córdoba por proceder de esas ciudades? Dependerá de la valía de cada persona.

Pues en esta línea he leído una entrevista hecha a un profesor de Economía de ETEA cuyo curriculum da idea de la valía profesional y de su criterio. Me refiero a Gabriel Pérez Alcalá, Profesor Titular de Política Económica de ETEA .

Os dejo una parte de la entrevista, la que considero más interesante por hablar de Córdoba. En la web del Semanario La Calle de Córdoba podréis encontrarla entera.


- ¿Qué se puede hacer a nivel local para esquivar la crisis?

- Todos los problemas que pueda tener la economía mundial o nacional le afectan relativamente poco, pero lo mismo que a las demás comunidades y provincias. El problema de Córdoba es que estamos a la cola de Andalucía y de España en renta per cápita y somos una ciudad muy apática. Esta es la ciudad de los proyectos eternos y de las cosas sin terminar y lo que necesita es un gran empujón, pero no ahora, porque estemos en esta situación, sino que, aunque estuviéramos creciendo al cuatro por ciento también lo necesitaría.


- ¿En qué consistiría ese empujón?

- El gran ‘push’ de Córdoba debería de venir en forma de esas infraestructuras que no terminan de arrancar, comenzando por el aeropuerto, que se nos prometió que iba a estar hace 30 años, y continuando por el Palacio del Sur, que está mal diseñado pero que habría que haberlo hecho, las rondas, el parque logístico, polígonos industriales, crecimiento industrial… aquí los proyectos se eternizan.


- ¿Considera que Córdoba tiene déficit industrial?

- Está claro que el desarrollo de una ciudad como Córdoba no puede centrarse sólo en el turismo en torno a la Mezquita, sino que hay que pensar en una diversificación sectorial importante. Vivimos en una ciudad en la que se prometen grandes proyectos públicos y luego nunca se hace nada. Hay una carencia total de suelo industrial. Es cierto que se procuraba suelo para usos industriales, pero sólo formalmente, no en la práctica. Para nuestros planificadores del Ayuntamiento era muy sencillo pintar de colorines un plano sin pensar que para que fuera realmente suelo industrial hacían falta accesos por carretera o por ferrocarril para sacar las mercancías, instalaciones eléctricas con el voltaje necesario para soportar las necesidades de la industria o alcantarillado y salidas de agua para cumplir la propia normativa ambiental que ellos habían aprobado. Y todo eso, a un precio competitivo, y no se ha hecho.


- ¿Eso ha supuesto la pérdida de grandes proyectos para la capital?

- Sin duda. Se han perdido muchas industrias que tenían el firme propósito de instalarse. Es más. Algunas que ya estaban, se han deslocalizado. En política de suelo industrial, este ayuntamiento tendría que aprender mucho de Espiel o Lucena.


- ¿Puede influir en la economía de Córdoba su designación como Ciudad Europea de la Cultura?

- Por supuesto que sí, pero esto va en consonancia con lo que he dicho de la ciudad de los eternos proyectos. Córdoba fue una de las primeras ciudades en presentar la candidatura, pero cada día salen nuevos competidores y veo que aquí no se toman decisiones que nos pongan en situaciones favorables de cara a la designación.


- ¿Cree que Córdoba se ha volcado en exceso en el sector servicios?

- Eso es relativo porque el sector servicios es muy amplio. Un pequeño comercio de barrio está en el mismo saco que Zara, Cajasur o que la Clínica el Brillante, por poner un ejemplo. Esta muy diversificado y no son comparables.


- ¿Y está aprovechado bien el sector servicios?

- El comercio supone la parte más importante del PIB de la capital, sin embargo, creo que se podría aprovechar mucho mejor el tema de servicios especializados. Córdoba, con una mejor planificación, debería haber tenido un gran polo de sanidad público-privada. Es un servicio importantísimo, con un gran valor añadido, que ejerce un fuerte efecto de concentración. Deberíamos haber sabido aprovechar el tirón del Reina Sofía, uno de los mejores hospitales de España, y sin embargo, se está comiendo casi toda la tarta Granada.


-¿Qué opina del desarrollo empresarial de Córdoba?

- Que también necesita un impulso. De cualquier manera, no soy tan pesimista como hace unos años, porque veo que cada vez hay más gente joven que tiene ganas de hacer cosas en Córdoba. Pero no es menos cierto que muchos de ellos se adocenan y acomodan a vivir de las subvenciones de la Junta de Andalucía.


-Ante esta situación de crisis, ¿qué consejo se le puede dar a un empresario?

- En primer lugar, deben tener un control exhaustivo de los costes, ahorrar todo lo que se pueda, evitar el despilfarro de materias primas y, sobre todo, vigilar los costes financieros. Y en segundo lugar, que no teman a los mercados y a la competencia y que salgan a los mercados exteriores, porque es la mejor vía de escape de la crisis.