martes, 26 de agosto de 2008

Las cortas miras de nuestra clase dirigente

Cuando allá por los años 80 se iniciaron los contactos, conversaciones y reuniones para solucionar el paso del ferrocarril por la ciudad de Córdoba, la zona construida de esta empezaba en Fátima y concluia en el Parque Azahara.
Cuando en los años 90 se llevó a cabo el soterramiento de esta barrera, por cuestiones económicas principalmente, determinaron que en lugar de soterrar desde estos 2 puntos extremos de la ciudad, o incluso haber pensado en el crecimiento de la misma y haberlo planteado desde otros puntos más extremos (Campus de Rabanales - El Higuerón), prefirieron ahorrase dinero (¿para destinarlo a la Expo de Sevilla? o tal vez a otros fines menos rentables para la sociedad y los ciudadanos) y soterrar la línea desde Almogávares (Santa Rosa) hasta Arroyo del Moro.

Pues esta corta capacidad de pensar en el futuro más próximo ha traido como consecuencia el retorno de los famosos Viaductos a nuestro panorama urbanístico.

Como es obvio, las necesidades de movilidad y desplazamiento dentro de la ciudad y entre barrios cercanos crece a la par que su población, y ahora, los técnicos de urbanismo, han optado por construir 2 pasarelas sobre la vía en ambos lados de Arroyo del Moro.
El periódico El Día de Córdoba se hace eco de esta noticia en su edición del día 24 de agosto.

Dinero, molestias y dificultad en la comunicación entre barrios ocasionada por la conjunción de técnicos que se dejan mangonear por los políticos de turno, y políticos que no son capaces de ver más allá del mes en el que viven.

En esta línea, ponemos el ejemplo de la estación de ferrocarril (Adif Córdoba Central) la cual dificilmente podrá acoger un incremento sustancial del tráfico (lo que sucedería en caso de ponerse en marcha las líneas de cercanías en nuestra provincia) sin echar por tierra los niveles de calidad de servicio.
Cosa que en nuestra estación de autobuses sucede. ¿Cómo podría ampliarse la capacidad de la estación de bus? simplemente construyendo una nueva.

En definitiva, que bien podrían aprender estos políticos de uno de los mejores dirigentes que tuvo Córdoba junto con la dinastía Omeya, D. Antonio Cruz Conde, quien pensó en una ciudad de 350.00 habitantes cuando Córdoba contaba con 180.000, gracias a lo cual contamos con suministro de agua abundante, amplias avenidas de acceso (Carlos III, Avda. Libia, Conde Vallellano, Avda. Aeropuerto, Avda Granada, ...), el único aeropuerto municipal de España (el único construido por el ayto de la ciudad), Parados de Turismo, Parques, ...

Esperemos que en las próximas elecciones municipales entre gente nueva (digo yo que 12 años de misma alcaldesa con los mismos proyectos sobre la mesa bien merecen un cambio) que inyecten a la ciudad ilusión, desarrollo, modernidad y un cambio de aires, que aquí ya huele a pueblo.

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